Debido a que el arsénico se utilizó como veneno, el inglés James Marsh desarrolló una técnica con gran sensibilidad para determinar el arsénico en alimentos o en una persona. A una muestra se añade ácido sulfúrico y zinc, y se obtiene un gas (arsina, un hidruro de arsénico) que se puede recoger en un recipiente en forma de arsénico metálico. A la fecha, este método se sigue utilizando.

ROSA MA. CATALÁ
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